Año Internacional del Diálogo como Garantía de Paz
Producción periodística de Latitud Periódico y Villa Crespo Digital
3 de enero del 2023
Sostiene Antonio Guterres, Secretario General de la ONU en su mensaje de fin de año 2022.
“Hagamos que la paz vuelva a nuestras vidas, nuestro hogares y nuestro mundo”.
En el sentido, el Secretario General de la ONU afirmó que el 2023 será un año en el que el mundo necesite más paz que nunca y exhortó a que sea la búsqueda de esa paz la que guíe las acciones de todas las personas.
En un video mensaje, Antonio Guterres recordó que el año que termina ha visto a millones de personas obligadas a cambiar sus vidas debido a conflictos, pobreza y calamidades relacionadas con el clima.
“Globalmente, cien millones de personas se han tenido que desplazar huyendo de guerras, incendios, sequías, pobreza y hambre. De Ucrania a Afganistán, pasando por la República Democrática del Congo y más allá, muchos se vieron obligados a abandonar las ruinas de sus hogares y medios de vida en busca de algo mejor”, subrayó.
Estos tristes escenarios hacen más necesaria que nunca la paz, insistió.
“Paz en la convivencia, dialogando para poner fin a los conflictos. Paz con la naturaleza y con nuestro clima, para construir un mundo más sostenible”, apuntó Guterres.
El Secretario General pidió paz para que las mujeres y niñas vivan con dignidad, para todas las personas gocen en pleno de sus derechos humanos, para acabar con los abusos y los discursos de odio.
“Juntos, hagamos que 2023 sea un año en el que la paz vuelva a nuestras vidas, nuestros hogares y nuestro mundo”, concluyó Antonio Guterres.
BIENVENIDO 2023, AÑO INTERNACIONAL DEL DIÁLOGO COMO GARANTÍA DE PAZ
LAS GUERRAS Y LAS CONSECUENCIAS DE LA EMERGENCIA CLIMATICA TRAZAN UN PANORAMA DRAMÁTICO PARA LOS MENORES
La infancia se enfrenta a una situación sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Naciones Unidas pronostica un 2023 muy crudo por el impacto de la pandemia, de las guerras, del precio de los alimentos y del cambio climático.
La sequía extrema está haciendo estragos en el cuerno de África. 400 millones de niños y niñas viven en zonas de conflicto y 37 millones se han tenido que desplazar huyendo de las guerras. Ante esta situación y en la medida de las nuestras posibilidades, ONGD MENUTS DEL MÓN seguimos y con fuerza, apoyando a una infancia que lo necesita.
LAS NACIONES UNIDAS TIENEN QUE LOGRAR PRESERVAR A LAS GENERACIONES FUTURAS DEL FLAGELO DE LA GUERRA
Las Naciones Unidas tienen ante sí la tarea de asumir con renovado empeño y nuevos recursos su misión fundamental: preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra. Esta tarea no sólo exige que evolucionen las estructuras institucionales y los conflictos de índole bélica, sino también que su sustrato cultural profundo, es decir la cultura de la violencia y la guerra, se transforme en una cultura de paz. Una de las tareas prioritarias que se ha asignado la UNESCO es la de lograr la transición de una cultura de guerra a una cultura de paz, que se está promoviendo en múltiples planos a medida que nos acercamos al siglo XXI. Una cultura de paz consiste en valores, actitudes y conductas, que plasman y suscitan a la vez interacciones e intercambios sociales basados en principios de libertad, justicia, democracia, todos los derechos humanos, tolerancia y solidaridad; que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos tratando de atacar sus causas; que solucionan los problemas mediante el diálogo y la negociación; y que garantizan a todos el pleno ejercicio de todos los derechos y los medios para participar plenamente en el proceso de desarrollo de su sociedad. La esencia del planteamiento de la cultura de paz reside en la idea de que prevenir ante todo la violencia y tratar sus causas profundas es más humano y eficaz que intervenir en conflictos violentos después de su estallido y emprender la consiguiente edificación de la paz después de que hayan finalizado. La tarea de promover una cultura de paz tiene unas dimensiones y un alcance tan vastos que la labor que supone sólo podrá llevarse a cabo si se convierte en una tarea prioritaria para todo el sistema de las Naciones Unidas. Aunque la educación en su sentido más amplio es el medio de acción principal, para que logre sus objetivos es menester unirla a la justicia social y al desarrollo humano sostenible.
Las Naciones Unidas ya están contribuyendo considerablemente a esta finalidad, como lo demuestran los resultados y el seguimiento de sus últimas conferencias mundiales, principalmente: la Conferencia de Viena sobre los derechos humanos, las Conferencias de Río y Copenhague sobre el desarrollo humano sostenible, y la Conferencia de Beijing sobre la igualdad entre las mujeres y los hombres. La promoción de la cultura de paz constituye una tarea común que puede contribuir a fomentar una atmósfera de auténtica igualdad y unidad entre los Estados Miembros de las Naciones Unidas.
La cultura de paz se centra en los valores fundamentales que han inspirado la creación y la labor de las Naciones Unidas, y en la transformación de estos valores en actitudes y conductas, en todos los planos de la sociedad. A diferencia de lo que ocurre con muchos otros de los problemas con los que se enfrenta el mundo actual, es en este ámbito dela cultura de paz donde todas las naciones, ya sean grandes o pequeñas, pueden aportar una contribución igualmente valiosa. Asimismo, lograr la cultura de paz beneficiará a todas las naciones y a sus pueblos sin detrimento de nadie.
En el informe se describen en primer lugar las actividades realizadas por la UNESCO en el marco de su proyecto trans disciplinario “Hacia una cultura de paz”, y se pone el acento en la educación formal y no formal, así como en los principios básicos de la educación para la paz y los derechos humanos. Se presentan primero las actividades llevadas a cabo en el plano internacional, y luego las realizadas especialmente en el marco de situaciones posteriores a conflictos en los planos nacional y regional, donde se han coordinado con los esfuerzos de paz desplegados por las Naciones Unidas.
Conforme a lo solicitado por la Asamblea General en su Resolución 52/13, con el proyecto de declaración y programa de acción para una cultura de paz que se presenta a continuación la cultura de paz pasa de ser un proyecto de la UNESCO a constituir una prioridad de todo el sistema de las Naciones Unidas. En los elementos para la declaración se señalan los antecedentes históricos y se examinan tanto el significado y la importancia de la cultura de paz como los ámbitos y protagonistas principales que han de promoverla. En los elementos para el programa de acción figuran los objetivos pertinentes así como las estrategias y actividades necesarias para realizarlos. Comprenden actividades encaminadas a promover la no violencia y el respeto de los derechos humanos, la participación democrática y el desarrollo humano sostenible, la igualdad entre las mujeres y los hombres, la libre circulación y el aprovechamiento compartido de la información y el conocimiento, y el entendimiento, la tolerancia y la solidaridad entre todos los pueblos y culturas. Para promover una corriente universal en pro de una cultura de paz, se propone crear vínculos de colaboración con toda clase de organizaciones intergubernamentales, gubernamentales y no gubernamentales, así como con educadores, periodistas, parlamentarios y alcaldes, comunidades religiosas, artistas y organizaciones de jóvenes y mujeres.
El propósito es formular una perspectiva coherente de la cultura de paz en un lenguaje sencillo y difundirla entre los jóvenes, invitándoles a unirse a las Naciones Unidas en esta empresa, a fin de hacer hincapié en la importancia de la joven generación que se halla ante un mundo en rápida y profunda evolución caracterizado por el peso cada vez mayor de las cuestiones éticas. Se pidió al sistema de las Naciones Unidas y a los Estados Miembros que aportaran nuevas contribuciones a este texto.
En el plano internacional, la ejecución del programa de acción requerirá medidas especiales de coordinación en el sistema de las Naciones Unidas a fin de lograr una sinergia de las actividades muy variadas que promueven una cultura de paz. En el plano nacional, se alienta a los Estados Miembros a establecer sus propios planes nacionales de acción. Por último, el programa de acción se podría iniciar en el año 2000, proclamado Año Internacional de la Cultura de la Paz por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
FUENTES: Unesco, menuts del mon y Naciones Unidas.
Imágenes: Pinterest
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